viernes, 23 de mayo de 2008

magia

¿No pasa en ocasiones que el destino sabiendo más que tú de lo que vives
se cruza fugazmente en el camino del alma de ese ángel que no existe?
En este mundo de ángeles y diosas

a mí me sucedió que de repente
no quise ser más yo si no otra cosa

que anhela en los anales de la suerte…
La experiencia vivida no me basta
pues llena mi cabeza de mil dudas,
deseos, ruegos, guiños, alabanzas

para los que no existe cura alguna…
Me equivoqué de haberme equivocado y quise ser más yo que mi persona
haciéndome un enredo con los lazos que dejaron volarme libre y sola.
Es lo que pasa siempre con la magia que sin cartón ni truco pedigüeño
nos pide una sonrisa, y un "¡Potagia!" se mete en el corazón más pequeño…


(porque esta nueva magia que he encontrado no entiende de terrenas desventuras)

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